La serpiente como símbolo, según qué culturas,  adquiere diferentes significados. Para los orientales es un tótem de transmutación, de inmortalidad y de sabiduría.  Para los occidentales es algo perverso y maligno,  debido, en gran parte,  a la tradición judeo-cristiana. Como se narra  en algunos  pasajes del Génesis del antiguo testamento.

La serpiente, en cualquier caso,  bella, sutíl, inquietante,  genera fascinación y temor a la vez.